Acerca

Esteban Klísich  Nació el 26 de diciembre de 1955. A los ocho años comenzó estudios de guitarra con Amílcar Rodríguez Inda y a los nueve de solfeo con Alicia Pietrafiesa de Sanguinetti (estudios que completará luego con Reneé Fernández en el Conservatorio Balzo).

A los 18 años gana por concurso una beca del Conservatorio Palestrina de Porto Alegre para realizar estudios intensivos con un conjunto de maestros internacionales. Allí conoce a Abel Carlevaro y a Guido Santórsola con quienes comienza estudios a su regreso en Montevideo (armonía e interpretación y perfeccionamiento técnico de guitarra con el segundo).

A los 20 años obtiene una mención especial en el Concurso Latinoamericano de Composición de la Editorial Barry de Buenos Aires y a los 22 años comienza estudios de armonía y composición con René Marino Rivero, con quién entre otros, funda el Taller de Música Contemporánea participando en él como intérprete en obras propias y de sus compañeros.

A mediados de los 80´comienza estudiar análisis de la música del siglo XX con Graciela Paraskevaídis y composición con Coriún Aharonián. Con este último trabaja obras instrumentales y un día se decide a mostrarle algunas de sus canciones a su maestro, Coriún es quien lo convence de que deben ser difundidas y así Esteban comienza su faceta de cantautor.

Ese mismo año ingresa al Núcleo de Música Nueva de Montevideo en el que estrena varias de sus obras instrumentales y graba su primer fonograma de canciones «Un campo Blanco», al que seguirán «Planetario», «Café Belvedere», «Donde cayó el avión», «Naif», «Los Ramonteros», «Veintiocho», «Kraj» y «El mar de la nostalgia».  En 2013  sale su primer disco enteramente instrumental «El Oriental» y en 2016 el segundo llamado «Belvedere».

Se dedica a la docencia de música desde 1976, enseñando tanto guitarra en todos los lenguajes, como armonía, contrapunto, lecto-escritura, improvisación y composición.

En la década de los 90´comienza a escribir libros de música: «Pequeño Manual de Armonía» tomos 1 y 2. «Manual de rasgueos y ejercicios para la mano derecha», «Metralla se entretiene golpeando con un palito» (manual de métrica) y «Manual de improvisación» (este último en coautoría con Edison Martínez).

Desde 2011 tiene a cargo los cursos de: Introducción a la armonía para instrumentos de cuerdas, Introducción a las técnicas de la mano derecha en guitarra e Introducción en arreglística para los diferentes lenguajes musicales en el Programa «Guitarra Negra» de la Intendencia de Montevideo.

En setiembre de 2015 es convocado para participar en la 8° edición de Autores en Vivo, ciclo organizado por la Asociación General de Autores del Uruguay con el objetivo de tener un registro en formato audiovisual de alta definición de los mayores exponentes de la música uruguaya.

En octubre de 2015, recibió el primer Premio Nacional de Música MEC Categoría: Tango, para su obra «Atardecer de viento», 2º movimiento del concierto «Belvedere» para bandoneón y orquesta de cuerdas. (publicado en 2016).

Aunque no lo parezca Esteban es bastante tímido y reacio a hablar de su obra, pero en su disco «El Oriental» se animó a describirse como autor en un comentario que trascribimos a continuación:

«Como no tengo idea de qué diré con respecto a estas canciones sin letra o estas obras con letras que no se oyen, prefiero referirme a algo que me dijo hace muchos años mi amiga Margarita en una noche llena de palabras y de copas. Ella concluyó en lo siguiente: «Papá (ella siempre me llamaba así) vos sos demasiado culto para ser popular y demasiado popular para ser culto». Confieso que me gustó esta sucinta y certera definición de quien esto escribe. Yo le contesté que era (y soy) un metro noventa de nada, que para colmo fabrica aire, un tipo que vive de dar clases de música y que siempre estuvo solo, más allá y más de acá de algunos entrañables amigos, un par de increíbles hijos y alguna musa de carne y hueso que me hicieron compañía en este viaje. Siempre pensé que la música me mantendría razonablemente cuerdo o que al menos me ayudaría a simular que lo estoy».

«Yo compongo para mí solía decirme en un tiempo, pero ahora sé que además compongo para los que aman la hermosa confusión de estar vivo y de repente pueden llegar a escucharme». E.K.